lunes, 19 de septiembre de 2016

Aplicación de las cremas hidratantes


Los expertos recomiendan aplicar cremas hidratantes dos veces al día, en la mañana, después del baño, una crema de día y en la noche otra regeneradora, que se absorba durante el sueño, cuando la piel está relajada por la quietud, después de retirar el maquillaje y asegurarse de tener la cara limpia.

La aplicación debe hacerse con masajes circulares suaves, finalizando con leves golpecitos que estimulen la circulación.

Pieles como el cuello y el contorno de los ojos exigen cremas específicas para nutrir y reafirmar el tejido; las cremas para párpados tienen principios desinflamantes, que reducen las ojeras y atenúan las líneas de expresión. Pasados los treinta años se pierde la humedad natural con mayor rapidez y se requiere una crema hidratante que sea también nutritiva y estimule la firmeza del tejido.

Los mejores productos hidratantes dejan sobre la superficie de la piel una ligera película protectora, que ayuda a conservar la humedad por mayor tiempo; estas emulsiones son denominadas aceite/agua (O/W) y contienen en sus fórmulas, aceites vegetales o minerales y cantidades pequeñas de lanolina o vaselina.

Las cremas hidratantes con propilenglicol, detienen la pérdida de agua por evaporación, nutren y refrescan la superficie de la piel, dándole una apariencia de salud y lozanía; las que incluyen colágeno y proteínas, renuevan la efectividad de las fibras naturales de colágeno, perdida con el paso del tiempo, reconstruyen el tejido y rellenan los surcos que se forman por resequedad.