El aloe vera es utilizado para el tratamiento de manchas en la piel, cicatrices y resequedad; alivia las estrías en los pezones, producto de la lactancia, la aspereza en las manos por el polvo. Puede prepararse una mascarilla natural, astringente y suavizante, con un pedazo de cristal de sábila, una clara de huevo, el jugo de un limón, una cucharada de azúcar y otra de avena; se mezcla bien todo junto, se aplica en la cara con masaje suave y se retira 15 minutos después con agua tibia.
El cristal gelatinoso del interior de las hojas, se utiliza como cataplasma para bajar la inflamación y el dolor en golpes, o bajar la fiebre poniendo el cristal directamente sobre el vientre; estos cataplasmas también son efectivos en irritaciones por pañalitis o hemorroides, calmando el dolor y estimulando la cicatrización.
Para la neumonía, bronquitis y la irritación respiratoria, se corta un pedazo regular de la penca de sábila y se deja hervir en un litro de agua; esta infusión se toma cada tres horas para aliviar la congestión y el dolor. La misma infusión es efectiva para disminuir los niveles de azúcar en la sangre, bebiendo una copita tres veces al día, después de comer.
Para la caída del cabello, se aplica en el cuero cabelludo el cristal de las hojas, masajeando bien y dejando en el pelo durante toda la noche; en la mañana, se enjuaga el cabello con agua tibia y el jugo de un limón. Este proceso se realiza dos veces por semana, durante un mes; revitaliza el cuero cabelludo, fortaleciendo las raíces, haciendo lucir el cabello mucho más brillante y manejable.